Indignaos, incluso con la editorial

Leí  el folleto Indignaos de Stéphane Hessel del que se han vendido dos o tres  millones de ejemplares a 3 euros en Francia. La primera indignación es que Destino lo venda en España a 5 euros. (Gratis en internet.)

Hessel tiene 93 años y es un héroe de la Resistencia francesa. En su país el libro se entiende bien. Está escrito contra el actual estado de cosas y llama a la juventud a rebelarse contra el recorte de las conquistas sociales que tanto esfuerzo han costado. Y lo hace, precisamente, a partir de la Resistencia, de la unidad frente al enemigo común. Hessel utiliza un punto de apoyo que concitó finalmente la adhesión de los franceses. El autor puede evitar Vichy y citar a Sartre sin ningún problema.

Nuestra falta de común unión impide redactar un folleto de sesenta páginas con un arranque semejante. No sé si esto es un hecho o una desgracia, pero es así.

Tal vez, este estado de cosas permita actuar ex novo, sin apelar al pasado. No sé que sería necesario para que una indignación general se pusiera en marcha: la sensación de letargo se debe tal vez a que cada uno carga con culpas e intereses que le hacen difícil alzar la voz. Quizás por eso Hessel se dirige a la juventud. Por otra parte, olvidamos rápido: durante la última década hemos exigido la parte del pastel que nos correspondía; hemos pedido hipotecas al precio más bajo y con la mayor cobertura posible con la amenaza de cambiar de banco; hemos exigido para nuestros ahorros el interés más alto sin preguntar adónde iba nuestro dinero –mucho o poco-. La compra de inmuebles se  había convertido en lo contrario a la búsqueda de un hogar y no es un extravagante el que ha jugado en bolsa a crédito. “Sois responsables en tanto que individuos.” Dice Sartre.

Leamos la  frase ahora en el sentido en el que la usa Hessel:

"Es verdad que las razones para indignarse pueden parecer hoy menos claras o el mundo más complejo. ¿Quién manda? ¿Quién decide? No siempre es fácil distinguir entre todas las corrientes que nos gobiernan. Ya no tenemos que vérnoslas  con una pequeña élite, cuyo modo de actuar conocemos con claridad. Este es un vasto mundo de cuya interdependencia nos percatamos claramente. Vivimos con una interconectividad como jamás se ha visto. pero en este mundo hay cosas insoportables..."

El texto es muy breve. merece la pena detenerse unos minutos y como complemento darle un repaso a la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Parecen obviedades pero tenerla a la vista nunca está de más, incluido el artículo 27 del que podemos hablar otro día.